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Historia Vida Anterior

En una oscura noche 40 caballeros emprendieron su camino hacia una de las lejanas islas de Itzi, el camino era largo y tedioso, tendria que cruzar el oceano de Calisis y el mar del dragon, su distancia era excesiva, contando que partian desde la isla del Dominio en el antiguo continente, su meta era clara debian de llegar antes que los Templarios de Tol Rauko y apoderarce y destruir todo vestegio de criaturas que amanezaran a la fe cristiana, despues de 2 meses de viaje se pudieron divisar las lejanas islas, eran los primeros inquisidores en llegar a ese lejano lugar, la vista era maravillosa, la isla llena de selvas y lagunas, que maravillan a los atonitos expectadores, dentro del camino selvatico que debian recorrer habia un pequeño poblado donde un misionero habia sido mandado, y este era el unico punto de dominio que la iglesia tenia en ese apartado territorio por el momento, los cablleros poco a poco se fueron acercando, Dentre todos los que seguian el cortejo se encontraba uno de los altos inquisidores se sabia que la zona era peligrosa y uno de los mas capicitados fue enviado su nombre era Daniel Magnanimus el dorado, se habia ganado ese titulo por su cabello rubio asi como su destreza en el combate, habia enfrentado ciento de veces varias criaturas , el inquisidor era un tipo serio, muchos decian que podia compararse con el mismo Kisidian pero claro eso era un Rumor, nadien lo habia confirmado, el caballero refunfuño parecia molesto y no le agradaba la situacion parecia que los habian enviado a una muerte segura, las selvas de Itzi eran desconocidas y peligrosas, no sabia que podria enfrentarse, si a las extrañas criaturas o a sus sobrenaturales habitantes del cual decia que se encontraban en ese territorio inospito, ademas se encontraba la amenaza de encontrarse con los templarios y el sabia bien que no era nada grato, bajo esas circunstancias, despues de descanzar una semana en la pequeña villa, emprendieron el camino hacia el interior de la isla.
los caballeros empezaron avanzar muy lentamente, lo enmarañado del camino asi como el suelo blando, hacia que el paso fuera lento, ademas el calor y la humedad tropical de Itzi no favorecia el paso, los inquisidores mas jovenes despues de pasar su duro entranamiento sentian el agoviante miedo a lo desconocido que la selva producia, despues de 15 dias de camino, lograron llegar a un claro y lo que hallaron alli los impresiono, en ese pequeño lugar se encontraba una ciudad flotante sobre un lago, aunque no mostraba tantos avances como las ciudades del sacro imperio, esta estaba bellamente construida, los pequeños senderos y las calles acuaticas siempre se coronaban por enormes arboles del cual se podian apreciar pequeñas casas cada una de ellas ordenadas y construida sobre los arboles, para rematar la impresion un enorme templo se erigia en el centro, arboles que salian de el daba la impresion de ser una construccion muy avanzada y a la vez tan primitiva con los arboles, la laguna, el lugar desprendia ser una zona pacifica y llena del poder de la naturaleza.
Los caballeros decidieron esperar aunque el lugar se veia seguro, y no parecia nada peligroso, sabian que la construccion no habia sido hecha por humanos, la magia y el misticismo rodeaban la zona, Magnanimus envio algunos exploradores para asegurar el perimetro, obtener informacion sobre los habitantes y para asegurarse que no tenia a los templarios tras de el, despues de dos dias de intensa observacion los exploradores regresaron con los siguientes datos, la ciudad que al parecer era enorme estaba compuesta por alrededor de 100 individuos entre mujeres, ancianos, niños y hombres, todos ellos tenian algo muy peculiar un par de orejas que se asomaban sobre su cabeza, una cola la cual movian en diversas situaciones, todos ellos parecian gente tranquila y estar desarmados, sobre los templarios algunos informes les habian llegado de la villa, al parecer llegaron por el lado contrario de la isla una semana antes y se dirigian al mismo punto que ellos, les tomaria su tiempo, Magnanimus sabia que tenia que hacerlo rapido puesto que los habitantes al parecer estaban desarmados pero podian presentar problemas si tenain poderes misticos asi que despues de consultar la estrategia Con su estratega Zantrime Devount, decidio un ataque rapido y sin sobrevivientes.
Esa noche la embestida fue brutal los inquisidores golperon y mataron a cada uno de los habitantes, aprovechando la noche y la confianza que los habitantes tenian del lugar, fue cuestion facil, los que pudieron darse cuenta organizaron una pequeña defensa contra la invasion, los pobres habitantes de la villa sabian que era su fin, los inquisidores mataban y quemaban las casas de los habitantes mermando la presencia del bosque, hasta que al fin lo unico en pie era el templo en el centro del claro, Magnanimus usando sus poderes celestiales logro embestir y destruir la entrada, en su interior se encontraban 40 nativos todos ellos estaban dispuestos a pelear para proteger lo que les quedaba de su hogar la pelea fue intensa, algunos inquisidores calleron ante la carga de criaturas que ahora estaban furiosas por la intervencion de los intrusos en sus terrenos, pero poco pudieron hacer tan solo un grito de Zantrime Incinero por completo a 15 de los nativos, una de las aborignes sabia que era cuasa perdida, corrio tratando de salvar algo muy valioso, se dirigio a una habitacion, Magnanimus se dio cuenta de esto y se dirigio en pos de ella, dejando acargo la eliminacion de esos demonios a Zantrime, despues de perseguir a la muchacha por un largo pasillo la alcanzo en el altar principal en sus brazos llevaba un niño pequeño de alrededor de dos otres años, la muchacha sabia que era su fin que ella y su niño corrian peligro dejando el niño en el suelo, tomo una actitud ceremonial solo se escucho un grito- Rafael Señora mia, ayudame dame tus fuerzas para proteger lo que quiero- dijo la chica, de pronto el templo empezo actuar como un ser vivo la chica destellaba un aura verde que irradiaba de su cuerpo, utilizando todo su poder pudo barrer con el grupo de inquisidores, pero Magnanimus, recito unas cuantas palabras y con su espada, se arrojo sobre la chica, calvandola en su estomago, la chica cayo, vomitando sangre, sabia que su hora habia llegado sin embargo, suplicandole, rogandole al inqusidor, -porfavor, perdonale la vida, es solo un niño, porfavor- rogaba la chica mientras sentia que su alma abandoma su cuerpo, Magnanimus extrajo su espada del cuerpo de la chica, e intento matar al pequeño, pero la debil escencia vital de su madre lo rodeo, tomando esto como marca Divina, el Inquisidor decidio tomar al niño como unico vestigio y tal vez despues como conejillo de indias ademas penso un demonio que le sirve a dios puede ser util, si muere nadien llorara por el, si sufre nadien lo comprendera solo es y sera una pequeña marioneta en el intrincado juego eclesiastico, un ser tan patitico e insignificante que su unico motivo en la vida es servirle a los asesinos de su raza, alojando esta idea en el Corazon tomo al niño y partio, destruyendo todos los conocimeintos que esa tribu pudiera guardar, destruyendo una pequeña parte de lo que algunos llamarian la Raza Daimah.
Despues de 20 años de entranimiento el pequeño chico Daimah se habia convertido en un inquisidor, al servicio de los asesinos de su raza, el desconocia de esto y segado por el vano sueño de la gloria, habia traicionado los principios que su nataruleza representaba, ahora creia que sus rasgos y facciones eran marcas divinas para derrotar a los demonios que moraban en este mundo, despues de su entranimiento sirvio fiel mente a los desipnios de la orden sin embargo era el que mas sufria, si en añlguna mision resultaba herido, no habia medicos que lo atendieran, apesar de ser uno de los asesinos, aun no pertenecia a ellos, solo una joven llamada Luz decidio socorrerle, ella fue la unica que demostro verdadera bondad en su vida, despues de 10 años y de constantes luchas el joven Frederick pues era asi como Magnanimus lo llamaba, pudo contraer nupcias con Luz, a los 9 meses llego a su vida una pequeña niña a la bautizaron segun la tradicion Cataolica Maria, como la madre de cristo, asi el sentia que pertenecia a esa parte del mundo, 5 años despues fecha funesta para Frederick, Luz fallecio a manos de los templarios de Tol Rauko, la mision de luz era clara debia, infiltrarse en una de las ruinas de la ciudad de Hecate sin embargo los templarios se adelantaron y exterminaron a todos los intrusos de la iglesia, segado por el dolor y la perdida de su amada, Frederick concentro su esfuerzo en criar a su hija y defender los principios de la iglesia, Diez años despues debia encontrar y exterminar un poderoso invocador que amenazaba a la iglesia, debia hacerlo antes que los Templarios lo hicieran, sin embargo llego tarde los caballeros templarios habia rodeado al invocador, y este recitando un sortilegio logro librarse de sus captores, matando a dos e hiriendo a otro, despues de esto se concentro en su objetivo, mientras el druida huia de los templarios, tres flechas surcaron los cielos y de pronto el invocador callo muerto atravezado por las flechas que certeramente dieron en el corazon, cuello y cerebro.
el Templario pudo observar como Frederick partia, tres meses despues Frederick regresaba a su campamento caminaba tranquilo deseaba ver a su hija, colocandose frente al estanque y esperando a su niña, que corrio hacia el ahora portaba una tunica blanca señal de que pronto ella tambien seria una inquisidora, gritos estridentes se escucharon de pronto pudo distinguir una escaramuza templaria, se coloco delante de su hija mientras uno de los cabañlleros le atrabezaba las costillas, mientras se llevaba a su unica Luz, el ultimo vestigio que le quedaba de su amada esposa, mientras su alma abndonaba su cuerpo, solo tenia una idea en su cabeza regresar por ella, algun dia eso era lo unico que rondaba en su cabeza, mientras el flujo de almas reclamaba su esperitu, pudo librarse de el, pero el destino le tendria una broma mas, su alma sin reencarno, si tubo su segunda oportunidad pero no era su mundo, ya no era su momento, ya no era el, ya no era el inquisidor de 45 años que se encontraba en las inospitas tierras de Gaia, ahora era un ser diferente y vagos recuerdos flotaban en su cabeza, habia renacido como uno de los que los sabios y eruditos llaman Nephilim, un alma perdida en un pequeño bolsillo retirado de gaia al que nosostros conocemos como Tierra